El nacimiento de la novela Algunos budistas, cuidando de extender sus creencias, habían ilustrado sus máximas en cortas historias noveladas. Pronto fueron imitados por los narradores profanos, que se expresaban en el lenguaje popular. Así, bajo la mirada despreciativa de los cultos, nació la novela china. Las narraciones de la historia de los tres Estados (s. XIV) cuenta los acontecimientos que protagonizó el pueblo en el s. III, un material histórico transfigurado en leyenda. Literariamente superiores son las principales novelas del XVI: Viaje a occidente narra las 81 fantásticas pruebas del peregrino Hsüan Tsang, que fue a la India en busca de las escrituras búdicas. El Ching P’ing Mei abandona el heroísmo y la evasión en provecho de la sátira social y el erotismo; su título, traducido a veces por La ciruela del vaso de oro, conjuga en realidad los nombres de las tres amantes del joven y disoluto ladrón Hsi-men Ch’ing, cuyos amores ocupan los cien capítulos de la obra. Pero la novela cumbre es El sueño del palacio rojo, una obra realista bañada en una atmósfera de ensueño.