El hueso, elemento básico del esqueleto A pesar de su dureza, los huesos constituyen en realidad un tejido formado en su origen por células activas: los osteoblastos. Dicho tejido contiene láminas superpuestas en el seno de las cuales se encuentran las fibras de una proteína llamada colágena, que desempeña un papel preponderante en el organismo. Si les faltara la colágena, los organismos serían estructuras desprovistas de consistencia. Determinados huesos, los del cráneo por ejemplo, se forman a partir de un tejido conjuntivo, pero la mayoría se han constituido a partir de otro tipo de tejido: el cartilaginoso. El cartílago es una sustancia más blanda, en el seno de la cual las células se distinguen con mayor facilidad que en el interior de los huesos.