El conde de Montecristo: 5-05

20/12/2010 8.083 Palabras

El conde de MontecristoQuinta parte: La mano de DiosCapítulo 5 de Alejandro Dumas Capítulo quintoEl insulto Beauchamp detuvo a Morcef a la puerta de la casa del banquero. -Escuchad -le dijo-, hace poco que habéis oído en casa de Danglars que al conde de Montecristo debéis pedirle una explicación. -Sí; ahora mismo vamos a su casa. -Un momento, Morcef; antes de presentarnos en ella, reflexionad. -¿Qué queréis que reflexione? -La gravedad del paso que vas a dar. -¿Es más que haber venido a ver a Danglars? -Sí. Danglars es un hombre de dinero, y éstos saben demasiado bien el capital que arriesgan batiéndose; el otro, por el contrario, es un noble, al menos en la apariencia, ¿y no teméis encontrar bajo el noble al hombre intrépido y valeroso? -Lo único que temo encontrar es un hombre que no quiera batirse. -¡Oh!, podéis estar tranquilo, éste se batirá; lo único que temo es que lo haga demasiado bien, tened cuidado. -Amigo -dijo Morcef sonriéndose-, es cuanto...

This website uses its own and third-party cookies in order to obtain statistical information based on the navigation data of our visitors. If you continue browsing, the acceptance of its use will be assumed, and in case of not accepting its installation you should visit the information section, where we explain how to remove or deny them.
OK | More info