POR encima de cualquier otra consideración, las andanzas africanas de Livingstone dejan constancia de una gran verdad: los «primitivos», que obedecen, lo mismo que los «civilizados», a una larga serie de normas convencionales, más o menos sinceramente asumidas, terminan por distinguir entre los que llegan hasta ellos para dar y los que llegan para arrebatar. Livingstone patea, a paso de carreta, cientos de kilómetros de suelo africano en medio de las. mayores dificultades y su vocación se ve sometida a las más duras pruebas físicas y morales, que le afectan de manera especial en su vida familiar: ¿tenía derecho a sacrificar a los suyos en aras de su propia vocación == Hombre solitario en medio de una sociedad distinta, a veces hostil por desconfiada, aprecia más los afectos, las cualidades humanas que florecen por encima de los hábitos civilizados. y aquella sociedad «civilizada», a la que está prestando, sin saberlo y quizá sin quererlo, un gran servicio, le...