La Divina Comedia: El Purgatorio: Canto XXIII

20/12/2010 1.904 Palabras

La Divina Comedia El Purgatorio: Canto XXIII de Dante Alighieri Mientras los ojos por la fronda verde rondaba yo como hacer suele quien tras los pajarillos su vida pierde, mi más que padre me decía: Hijito, ven ahora, que el tiempo que nos fue impuesto más útilmente emplear conviene. Volví el rostro, y el paso no menos pronto detrás de los sabios, que de tan bello que hablaban el andar me era sin costo. Y entonces llorar y cantar se oía “Labia mea, Domine” de tal modo que placer y dolor en mi nacer hacían. ¡Oh dulce padre! ¿qué es lo que oigo? comencé. Y él: Sombras que van quizá de su débito soltando el nudo. Como hacen los pensativos peregrinos que en su ruta hallan no conocida gente, y las miran y no se detienen, así detrás nuestro, con más veloz paso, viniendo y adelantándose nos admiraba una turba de almas callada y devota. De los ojos era todas oscuras y hundidas, pálido el rostro, y tan delgadas que de los huesos la piel notificaba. No...

This website uses its own and third-party cookies in order to obtain statistical information based on the navigation data of our visitors. If you continue browsing, the acceptance of its use will be assumed, and in case of not accepting its installation you should visit the information section, where we explain how to remove or deny them.
OK | More info