Historia del templo Uno de los monumentos arquitectónicos más importantes del gótico español. Fue la primera de las tres grandes catedrales construidas en Castilla en el siglo XIII. Según consta documentalmente, la primera piedra fue puesta por el obispo Mauricio en 1221, durante el reinado de Fernando III. El obispo Mauricio había sido enviado a Alemania, por la reina madre Doña Berenguela, para pedir la mano de una princesa de aquel país, Beatriz de Suabia, para su hijo. El viaje del obispo duró cuatro meses, durante los cuales visitó París y Espira. En esa época (1218) se extendía por Europa la fiebre constructiva del gótico, el obispo Mauricio pudo contemplar, con toda seguridad, las obras de Nuestra Señora de París (en esa fecha se estaba construyendo la fachada) y, tal vez, también pudo ver las torres de las catedrales de Ruán, Chartres y Saint-Denis.