De tal palo, tal astillaCapítulo XIV: El fondo del abismode José María de Pereda Ya he dicho que Fernando fiaba mucho en la fuerza de sus convicciones filosóficas para desvanecer los reparos de Águeda ...
El amigo de la muerte: cuento fantásticode Pedro Antonio de Alarcón IX - El almaAunque la condesa de Rionuevo, la terrible enemiga de Gil Gil, hace tan odioso papel en nuestra historia, no era, como ...
Acto II& 160;39Pág. 39 de 68El rufián dichoso Acto IIMiguel de CervantesCantan: «No ay cosa que sea gustosa, sin Venus blanda amorosa. No ay comida que assi agrade, ni que sea tan sabrosa, 555como la ...
Grito de gloria& 160;: 13de Eduardo Acevedo Díaz El general Lecor, gobernador de la Cisplatina, que cre& 237;a saber bastante de ciencia militar, y que en punto a planes de tactic& 243;grafo, no ...
Ismael& 160;: 18de Eduardo Acevedo Díaz En tanto que esto ocurr& 237;a en las habitaciones de la viuda de Fuentes, otras escenas se preparaban en el extremo opuesto.Hemos dicho que la cabalgata se hab ...
Las mil y una noches - Tomo III Cuando llegó la 469ª nochede Anónimo CUANDO LLEGO LA 469 NOCHEElla dijo:"... El moghrabín le preguntó: "¿Has visto pasar moghrabines por aquí?" El pescador contestó ...
Las mil y una noches - Tomo IV Pero cuando llegó la 677ª nochede Anónimo PERO CUANDO LLEGO LA 677ª NOCHEElla dijo:"... Y al pasar por el zoco de los mercaderes de flores y frutas, que era ...
nonePág. 3 de 5Sonetos de Lope de Vega - Parte IILope de Vega81. Lucinda, yo me siento arder, y sigo82. Canta la edad primera los amores83. Yo no espero la flota, ni importuno84. Encaneció las ondas ...
Rosario de sonetos líricosde Miguel de UnamunoNota: En esta transcripción se ha respetado la ortografía original.XTus ojos son los de tu madre, claros, antes de concebirte, sin el fuego de la ciencia ...
Veinte años después: LXXX. Los embajadoresde Alejandro Dumas Sin pérdida de tiempo se pusieron en camino los dos camaradas, bajandopor la rápida pendiente del arrabal; pero al llegar a su ...
Alrededor de la LunaCapítulo XVIII: Cuestiones gravesde Julio Verne A todo esto el proyectil había pasado el recinto de Tycho. Barbicane y sus amigos observaron entonces con la más minuciosa atención ...
Cartas desde mi celda Carta VIIIde Gustavo Adolfo Bécquer Queridos amigos: En una de mis cartas anteriores dije a ustedes en qué ocasión y por quién me fue referida la estupenda historia de las brujas ...
Difícilmente podré alejarme lo bastante de este libro, todavía en las primeras emociones de haberlo terminado, para considerarlo con la frialdad que un encabezamiento así requiere. Mi interés está en ...
Don Gonzalo González de la Gonzalera-XXI: El estampidode José María de Pereda Medio Coteruco se agrupaba delante de la iglesia, a cuya puerta acababa de aparecer Lucas después de haber enarbolado la ...
Dos cosas despertaron mis antojosde Lope de Vega Que no es hombre el que no hace bien a nadie& 160;& 160;& 160;Dos cosas despertaron mis antojos,extrajeras, no al alma, a los sentidos;Marino, gran ...
Capítulo IV& 160;04Pág. 04 de 28El médico rural- Primera parteFelipe TrigoSeis días después, por influjo del señor Porras, lograron mudarse a una de las casas más decentes del lugar: la del tío Boni, ...
Grandes esperanzasde Charles Dickens Capítulo XXVBentley Drummle era un muchacho de tan mal carácter que cuando tomaba un libro lo hacía como si el autor le hubiese inferido una injuria; ya se ...
La Corte de Carlos IV& 160;: 1de Benito Pérez Galdós Sin oficio ni beneficio, sin parientes ni habientes, vagaba por Madrid un servidor de ustedes, maldiciendo la hora menguada en que dej& 243; su ...
IX& 160;080Pág. 080 de 121La lucha por la vida II Segunda partePío BarojaNoche en el paseo de la Virgen del Puerto - Suena un tiro - Calatrava y Vidal - Un tango de la bella Pérez-Las noches que ...
nonePág. 121 de 127La lucha por la vida III Tercera partePío Baroja¡Firmes , y saludaba con el sable.-El trapo glorioso -exclamó alto el señor Canuto-; el símbolo deldespotismo y de la tiranía.Un ...
1.131 palabras
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