Pintura rupestre. Cabeza de bisonte siluetada en negro. Cueva de Rouffignac. Aquitania. Francia. Pertenece al Paleolítico superior.La pintura surge de la capacidad del hombre para, valiéndose de unos ...
Los Ayacuchos Capítulo VIIde Benito Pérez Galdós De D. Serafín de Socobio a D. Fernando Calpena 16 de Octubre.Señor mío: Escribo a usted de tal modo traspasado por el dolor, que no acierto a ...
Los intereses creadosActo II: Cuadro tercero, Escena IIde Jacinto Benavente DICHOS y COLOMBINA, que sale por la segunda derecha, o sea el pasillo.COLOMBINA .-Doña Sirena meenvía a saber de tu señor. ...
El falso Incade Roberto Payró XII - EL FUERTE DE SAN BERNARDOLa situación de Villacorta en San Bernardo era comprometida, por falta casi absoluta de municiones, aunque el fuerte fuera lugar ...
Zaragoza& 160;: 17de Benito Pérez Galdós Mientras los morteros situados al Mediod& 237;a arrojaban bombas en el centro de la ciudad, los ca& 241;ones de la l& 237;nea oriental dispararon con bala rasa ...
A fuego lentode Emilio Bobadilla Capítulo IX-¡Era lo único que me faltaba -exclamó el médico-. ¿Puede usted creer, amigo Plutarco, que Alicia anda diciendo por ahí que la inglesa es mi querida?-Lo sé ...
El ZarcoCapítulo XXI: La orgíade Ignacio Manuel Altamirano Pasaron así algunos días que árecieron siglos a Manuela, siglos de aburrimiento y de tristeza. Érale imposible ya habituarse a aquella ...
Juan Martín El Empecinado& 160;: 25de Benito Pérez Galdós Puse al Empecinadillo sobre mis rodillas, y le dije: -Pobre ni& 241;o, esper& 233; que me salvar& 237;as; pero Dios no lo quiere. Pareci& 243 ...
nonePág. 76 de 158Cañas y BarroVicente Blasco IbáñezEl alma protestaba de su servidumbre, diciendo al hombre: «No trabajes», esparciendo por los músculos la dulce embriaguez de la pereza, como un ...
Crimen y castigo Segunda Parte: Capítulo VIde Fiódor Dostoyevski Apenas se hubo marchado la sirvienta, Raskolnikof se levantó, echó el cerrojo, deshizo el paquete de las prendas de vestir comprado ...
El final de Norma Capítulo IX: Todo inútilde Pedro Antonio de Alarcón -¡Deteneos ... -gritó Alberto al penetrar en el sagrado recinto. Brunilda, Rurico de Cálix, el conde Gustavo, el sacerdote, el ...
A las chicas de FloresLas chicas de Flores, tienen los ojos dulces, como las almendras azucaradas de la Confitería del Molino, y usan moños de seda que les liban las nalgas en un aleteo de mariposa ...
LA primera guerra mundial fue el mayor conflicto armado que el mundo había conocido hasta entonces. La chispa que hizo estallar la explosión fue el asesinato del heredero de la corona de Austria, el ...
Brenda& 160;: 13Crep& 250;sculo de la tardede Eduardo Acevedo Díaz Desde algunos a& 241;os atr& 225;s llamaba la atenci& 243;n en la sociedad de Montevideo cierto m& 233;dico, a quien hab& 237;an dado ...
nonePág. 154 de 158Cañas y BarroVicente Blasco IbáñezHabía dejado en el Saler a su cazador, que deseaba cuanto antes salir del lago y llegar a la ciudad, jurando no volver a aquellos sitios. ¡En dos ...
Ángel Guerra Primera parte - Capítulo II - Los Babelesde Benito Pérez Galdós IIDesde el día de su bautizo hasta que cumplió los veinte años, nada nos ofrece en su existencia Dulcenombre que digno sea ...
De tal palo, tal astillaCapítulo XV: La astilla y el palode José María de Pereda ¡Qué vuelta la de Fernando a su casa Llevaba una tempestad dentro de la cabeza; y parecíale que aquella tempestad le ...
Esta es la versión para imprimir de Viaje del Parnaso .Si imprimes esta página, o eliges la opción de Vista preliminar de impresión en tu navegador, verás que desaparecen este cuadro, los encabezados ...
El Señor de Bembibre Capítulo XXIVde Enrique Gil y Carrasco Las diferencias del rey con don Juan Núñez de Lara se compusieron por fin, más a placer de aquel orgulloso rico hombre que a medida del ...
La fontana de oro Capítulo XXXVI Aclaraciones de Benito Pérez Galdós Al oír Lázaro de boca de las dos esfinges la noticia de la expulsión de su antigua amiga, sintió deseos de coger por el moño a ...
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